dimecres, 25 de març del 2009

El Tigre (Panthera tigris)


HÁBITOS:

Excepto por un par de días cada dos años que se reúne con su pareja para criar, el Tigre es un animal que se mantiene solitario. Cada individuo permanece, y protege de otros de su especie, en un extenso territorio o área de acción. El tamaño de esta área de acción depende de la densidad de presas. Si es un lugar abundante, es posible que el área de una hembra sea de diez kilómetros cuadrados, en otros lugares donde los animales que sirven de presa al Tigre no son tan frecuentes, es posible que el territorio se extienda a 400 kilómetros cuadrados; generalmente el área de acción de los machos es más grande que el área de acción de las hembras.


Este félido en algunos lugares demuestra ser más activo durante las horas crepusculares y la noche; no se sabe si esto es debido a su relación con las personas y sus rifles. En otros lugares es activo las 24 horas del día.


Debido a su gran peso, el Tigre por lo general no se sube en los árboles, lo cual no quiere decir que no lo pueda hacer, ni mucho menos que no lo haga. Dado el incentivo no le cuesta mucho problema. Se han visto tigres trepados en árboles a una altura de diez metros.


Un poco peculiar entre los félidos, el Tigre no solo demuestra ser un excelente nadador, pero también gustarle el agua aun cuando no tiene que nadar. En días de calor, no es extraño verlo en el agua, y se sabe que en las islas de Indonesia visitan islas cercanas a las cuales van nadando una buena distancia.



REPRODUCCIÓN:

Una vez que una hembra entra en celo busca un macho. En el Tigre, como en la mayoría de los otros félidos, el papel del padre en la reproducción de la especie termina una vez fecundada la hembra. La madre por sí sola se encarga de buscar un lugar donde tener los cachorros, de cuidarlos mientras son pequeños y más tarde de enseñarlos a cazar y sobrevivir.


Normalmente las madres tienen dos o tres cachorros, pero pueden ser de uno a siete. El período de gestación es de 100 a 110 días, promedio de 103 días. Nacen con los ojos cerrados, los abren de los seis a doce días, pero no ven claro hasta el mes. Los recién nacidos pesan de 785 a 1,610 gramos. Los cachorros comienzan a seguir a la madre a los dos meses de nacidos, pero no participan en las cacerías hasta que son más grandes. De los doce a dieciocho meses le salen los colmillos que le permiten matar de una mordida; pronto comienzan a tratar las técnicas que aprendieron de la madre. Los machos, que crecen más grandes que sus hermanas, son los primeros en irse. Es posible que los cachorros permanezcan un tiempo en el territorio natal después de separarse de la madre; usualmente ya se van del territorio definitivamente cuando la nueva camada de la madre tiene mes y medio de nacida. Son adultos de los tres a cuatro años.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada